Desayuno, limpieza de bicis y comenzamos la cuesta abajo, dejando a nuestras espaldas Medinaceli, según nos alejamos el arco trajano-Octavio se hace pekeñooooooo dándonos la despedida, un lugar con un encanto medieval ke no puede dejar indiferente.
En el camino nos encontramos las "salinas" bien restauradas y donde el blanco de la sal reluce, gran riqueza para aquella epoca.
Y comenzamos a subír, una larga cuesta donde al final se puede echar una mirada atrás y observar sus auténticas vistas.
Vamos por las alturas por carreteras sin apenas tránsito, con viento y nubes amenazadoras.
Se disfruta de los parajes solitarios donde uno se puede evadir, sin sufrir el calvario de las subidas.
Aparece, la tan bien venida lluvia para unos y la tan mal esperada para otros, empiezan a moverse los pontxos, botines y guantes...ke frio....menos mal ke no dura.
Observamos en lo alto de un pueblo una estatua de mujer mirando al cielo y con los brazos hacia atrás....¿kien será?...tal vez otro día.
Gran culebra muerta en la carretera, Felipe tiene hambre.
Llegamos a "Cobeta" un lugar con encanto con unas impresionantes vistas desde la fortaleza árabe, no paséis sin subir y ya me contareis.
En el único bar del pueblo nos sirven bokatas de tortilla con chorizo, menudo manjar con hambre.
La regente del bar nos dice ke la siguiente cuesta no la subimos sin bajarnos....no os diré lo ke pasó.
Subir y subír, entramos en el parque nacional del alto tajo, zona de disfrute para los ojos, con unas bonitas bajadas.
Con tiempo agradable, nos colamos la parte final del track y teminamos en Molina de Aragon, donde aparece un castillo de una altura impresionante y considerado patrimonio histórico, la visita solo puede ser concertada.
Me dirijo a la tienda de bicis, donde hay fila de clientes, el chico ke las arregla un crack, me coloca la parilla y me cobra 2euros.
Llego a la pensión donde me reúno con los compañeros, mencionar ke es un sitio ke esta muy bien, donde dormimos y desayunamos por 34 euros. Un beso para la cocinera-propietaria, porke me ha encantado la cena.
Bonita etapa, no muy dura, pero ke hace mella en las piernas.
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